Todos, o casi todos, nos hemos puesto alguna vez a dieta. No es fácil sentirnos cómodos con nuestro cuerpo teniendo en cuenta la sociedad tan perfeccionista y con un culto extremo al cuerpo y belleza que nos rodea.

Sin embargo, no es una tarea fácil hacer perder la grasa que nos sobra, por eso, muchísima gente a acudido a realizar las tan conocidas “dietas milagro”. Esas que nos prometen cielo y tierra, bajar gran cantidad de peso sin a penas esfuerzo, y un acto de vagueza las hacemos, creyendo que si funcionarán, y en efecto, al principio funcionan, pero como no es todo oro lo que reluce, al final acabamos incluso peor que antes de iniciar la dieta, y además con un gran déficit de proteínas, vitaminas, etc.

La única gran verdad es la dieta sana y saludable, esa que realmente a base de comer sano y saludable, junto con el ejercicio te hace perder peso. No hay mas clave que esa, evitar frituras, comida basura y productos con muchas grasas.

La dieta no es sinónimo de pasar hambre y comer poco, con una dieta sana y equilibrada puedes tranquilamente quedarte satisfecho y a la misma vez perder peso. Sustituir alimentos por otros, como por ejemplo el pan normal, por pan tostado integral, un yogurt griego por una pieza de fruta o yogurt desnatado.

No es tan dificil, aunque si requiere esfuerzo y lo que es más importante, el apoyo de la familia. Pues si puedes convencer a todos los miembros de comer saludable, a ti te costará menos. No es lo mismo comer todos comida saludable, que estar comiendo solo tu y al lado tu marido comiendo algo que tu no puedes, pues la tentación está ahi.

Paciencia y fuerza de voluntad es todo lo que necesitas para perder esos kilos que no quieres más en tu vida.