Si tendríamos que hablar sobre las formas de cuidar nuestro cuerpo, desde luego estaríamos de acuerdo que no solo basta con hacer ejercicios y de tener una buena dieta equilibrada, también influye mucho el hecho de saber cuidarnos de factores externos tales como el clima, ambientes con contaminación y otros parecidos.

Imaginemos que una persona tanto seguir una rutina de ejercicios está bien formado, contento con el cuerpo atlético y su aspecto físico, esto gracias a mucho ejercicio además de tener una dieta equilibrada muy buena en vitaminas, carbohidratos y demás componentes necesarios para nuestro cuerpo, sin embargo esto no es una garantía de que en pleno invierno esta persona pueda sufrir algún resfrió que podría empeorar a cuestiones de tos y pulmonía, por ello saber vestirse de forma segura también es importante.

Partiendo del  ejemplo anterior, para poder contrarrestar el frió en épocas de invierno se recomienda uso de vestimenta que pueda darnos ese calor que necesitamos, obviamente sin llegar a sofocarnos tanto, con un jersey sencillo y un fular moderadamente grueso para nuestro cuerpo podría ser más que suficiente, salvo sea un frio muy fuerte con nieve y todo para aquellas épocas de fin de año, en este coso se tendría que considerar ya abrigos pesados, bufandas, guantes y botas que puedan cubrir nuestros pies de la nieve.

Usar bufandas o fulares algunas veces puede resultar un tanto incómodo para realizar nuestras actividades rutinarias. Sin embargo hoy en día existen muchas prendas de invierno que son cómodas además de mantener estándares estéticos que combinan perfectamente con nuestro estilo.

Como vemos, el cuidado de nuestro cuerpo no solo se limita a tener un hábito de ejercicios y buena alimentación, claro que estos 2 factores son importantes, pero también hay que saber valorar el hecho de saber cuidar nuestro cuerpo con buena vestimenta para cada ocasión, sobre todo en épocas de frio llevar un fular de seda para cubrir nuestro cuello siempre viene bien, recuerdo aun aquella vez cuando cogí una gripe que duro semanas, tanto que incluso llegue a perder la voz quedándome afónica, tuve que andar con un fular envuelto en el cuello untado de una pomada mentolada que ayudaba a aclarar mi voz, no deseo que le pase lo mismo a nadie, obviamente es inevitable esta clase de cosas, pero si nos cuidamos, podríamos llegar a evitar que sean largos periodos y mucho mejor llegar a perder incluso la voz.